sábado, 28 de enero de 2012

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Como su nombre lo indica, no pretendemos crear una galería de arte completa, en la que figuren todos los grandes maestros de la pintura. Se trata de una selección personal, de las obras de arte que a mí me gustan, y que puede ser interesante compartir. No soy un especialista en temas de arte, sino un aficionado común que se deja llevar por su sensibilidad. De todos modos, queda abierta la posibilidad de que otros lectores verdaderamente entendidos en estos temas, nos acerquen sus comentarios enriquecedores, lo cual sabremos agradecer.


Cuando digo obras de arte, debería decir más bien reproducciones de obras de arte publicadas en internet. Éstas varían en intensidad, brillo y hasta en color de unas a otras, y no habiendo tenido la posibilidad de conocer las obras de arte originales, como para saber cuál de ellas se acerca más a lo que verdaderamente pintó el artista, he optado por seleccionar las que según mi parecer son más logradas. (Por ej., no puedo creer que un pintor como Renoir utilizada un naranja muy intenso para la piel femenina, como se vé en algunas reproducciones, pero tampoco creo que haya utilizado un tono más bien predominantemente amarillo claro, como aparece en otras.
En algunas ocasiones que me ha parecido que la obra ganaba en claridad, he utilizado la función "Autocorrección" del programa Microsoft Office Picture Manager, aunque me quede con la duda de si el original será verdaderamente tan claro. Lo he empleado cada vez que ayudaba a lograr con mayor nitidez cierta variedad de matices, luces y sombras, que la reproducción simple veía de un modo excesivamente monocromático. Es notable cómo en algunos casos, la autocorrección cambia totalmente los colores, de un modo totalmente irreal, en especial cuando la obra contiene algunos matices de verde o azul, los exacerba hasta hacer ver la obra de un modo totalmente inesperado. Como no puedo obviar mi condición de ex joven de los 60, algunas de ellas me han parecido versiones sumamente locas, que me han gustado y las publicaré, como una actitud creativa ante la obra original que vale la pena por el resultado, aunque al pintor jamás le haya pasado por su cabeza semejante  psicodelia.