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La pintura de signos y formas abstractas en el
Paleolítico
La
abstracción nace en el mismo momento en el que comienza el arte como forma
diferenciada y complementaria de la representación simbólica figurativa. Los
signos, de difícil y discutible interpretación, con formas muy variadas,
creando conjuntos homogéneos o mezclados con animales o seres humanos, ofrecen
un variado repertorio gráfico: puntuaciones en serie, líneas cortas verticales
u oblicuas, rectángulos con cuadrículas en su interior (tectiformes), óvalos abiertos
o cerrados, con una línea central en el sentido del eje máximo (vulvas),
etcétera. Si en el caso de los animales se ignora el porqué de las
representaciones, en el de los signos el problema es aún mayor, pues su
esquematismo y su abstracción, son tales que su significado se nos
escapa.
Arte rupestre americano Cueva de las Manos (valle del Río Pinturas, Pcia. de Sta. Cruz) La tunita, Catamarca Salta Lauricocha (Perú) |
En
las dos grutas más significativas del arte paleolítico (Lascaux y Altamira,
situadas en Francia y España, respectivamente) hay símbolos geométricos
trazados en rojo, junto a figuras de animales. Abundan, sobre todo, las líneas
paralelas, que se entrecru-zan formando cuadrículas, y las formas circulares.
En
España, aparecen signos y formas abstractas en las cuevas de la zona del
Cantábrico como en El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega y en el sur de la
península Ibérica, en La Pileta (Málaga), donde hay un verdadero muestrario de
líneas curvilíneas, redondas y serpentiformes, que recuerdan los dibujos del
pintor contemporáneo Joan Miró.
El
investigador A. Leroi-Gourhan cree
que estas imágenes abstractas forman parte de un plan concreto de organización
de los símbolos que tienen una función ritual-mágica. Reduce los signos a dos
categorías: la masculina o la femenina. Según esta interpretación serían pues
formas sustitutorias de la representación de los órganos sexuales. Existe,
además, otro tipo de abstracción al que se llega como culminación de un proceso
de síntesis figurativa, eliminando los detalles no significativos de aquello
que se quiere representar.
Una
serie de pequeños guijarros encontrados en Abri Murat (Lot, Francia) muestran
el resultado de este procedimiento. En uno de ellos la forma de una cabra
corriendo se ha reducido a simples líneas entre las que se puede reconocer los
cuernos y los trazos alargados que señalan las patas extendidas.
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